¿No es la palabra que más nos cuesta decir? Como mujer, me pongo a pensar por qué a mi, en lo personal, me ha costado tanto durante mi vida decir la palabra “No”. Incluso llego a sentir que como mujeres, se nos educó siempre facilitadoras y buenas para responder sí. No se nos educa que nuestra posición debemos hacerla valer y frente a lo que no nos gusta o no parece , podemos decir NO. Esto para la cotidianidad y también para el sexo.. por eso el tema del consentimiento ha sido tan irrumpido por hombres que no nos escuchan cuando les decimos que no y siguen besándonos o tocándonos.
¿De dónde saldrá esa fragilidad que tanto nos deja mudas cuando tenemos que decir NO? Seguiré cuestionándomelo y quiero que ustedes también lo hagan.
Lo que quiero contarles hoy, es lo que ha significado para mi no decir NO cuando lo creía necesario.